Boda con el Diablo

Era de noche. Entré en una mansión gótica que parecía una catedral. Silencio, polvo, telarañas. Había estado abandonada muchos siglos. Miré la mesa, era una mesa larga, delgada, estaba vacía.

¡Se abrió la puerta y corrió una fuerte ráfaga! ¡Se prendieron todos los candelabros, de repente! Y la mesa ya estaba servida, era un inmenso banquete. (¿Cómo? ¡¿Por qué?!)

Vamos, siéntate…”, alguien dijo. Yo obedecí. Él entró desnudo, ¡era el Diablo! Se sentó al lado de mí, venía con mis padres. Ahora que habían aprobado la ley, Él quería pedir mi mano. Pero yo tocaba su entrepierna. Él sacaba entonces mi mano, con gran compostura y yo lo volvía a molestar. Esto me resultaba lúdico y perverso.

¡Cuando yo tentaba al Diablo me sentía omnipotente!

Pero yo nunca esperé lo que advino después…

(c), de Ricardo H. Ortiz

6 respuestas a “Boda con el Diablo

  1. A ver si puedo comentar, supongo que con el mail de Gmail me va a dejar decir algo.
    Me encantó todo lo que leí. Y seguiré leyendo a medida que subas tus textos. Sos arte puro, es gozoso leerte 🙂
    El Diablo viene por nosotros, la tentación se hace carne en mi piel.

    Beso, joven talento mendocino.

    • ROMI!!!!! Qué bueno tenerte acá! Guardá este blog en favoritos o algo! Ahora me voy a animar a empezar a publicar las cosas nuevas por acá, para participar en una revista genial que se llama Oblogo! La has leído?

      Muchas gracias por esto: «Sos arte puro, es gozoso leerte». Muero con miles de orgasmos cuando te leo, tu feedback es único.
      Con lectores como vos sí que vale la pena estar vivo!! Uh! Al lado del Diablo: Caballos salvajes… JAJAJA!!!

      Besos! TQM!

  2. Bueno, bueno, bueno… cuánto surrealismo realista, ja ja. La tentación, el diablo, siempre tan cercano y atrapante. Espero por más. Me gustó tu blog. Suerte y nos seguimos leyendo. Saludos!

    • Muchas gracias!!!!! A mí el tuyo me encantó!! Es realmente para BlogAdictos!!

      Precisamente el surrealismo es eso: más allá del realismo, superando a la realidad. El Diablo, siempre tan primitivo y animal, está en nuestra esencia ser contradictorios y caer en el deseo, en el «error». En mi blog vas a encontrar al sexo divinizado y demonizado a mi antojo, dependiendo la ocasión.

      Un fuerte abrazo!

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